La economía española detuvo su contracción en 2013 y desde entonces ha venido creciendo a un ritmo discreto cuya continuidad no está exenta de incertidumbres. La construcción ha necesitado un año extra para llegar a una situación análoga. Así, 2014 será el último año en negativo para el sector (-2,4%) tras el cual se abre un período en el que cabe esperar crecimiento, pero igualmente modesto y muy condicionado. Los condicionantes son obvios: la propia debilidad de la demanda por un lado y la saturación de oferta por el otro. Pese a que se haya previsto un avance del +1,8% para 2015, +3,6% para 2016 y +5% en la primera proyección para 2017 . Más información
Fuente: Itec, Conferencia de invierno de Euroconstruct 25/11/14
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